A diferencia de una cartilla en un idioma extranjero, este volumen recién publicado está completamente dedicado al vocabulario del vino y los nombres de las bodegas. Cómo pronunciar los nombres de los vinos en francés, alemán e italiano (Luminosa Publishing, $ 30) también ofrece secciones breves sobre palabras en austriaco, español y portugués. Su objetivo no es enseñarle los idiomas de manera integral, sino simplemente darle más confianza la próxima vez que pida vino en un restaurante o le pida a un minorista una botella determinada.
La autora Diana Bellucci, con la ayuda de varios instructores de idiomas extranjeros, intenta este desafío a través de lo que ella llama 'El método Bellucci', un sistema fonético estandarizado en todos los diferentes idiomas, y 'Quietics' (o fonética silenciosa), que ella explica como 'piensas en el sonido, pero en realidad no lo dices' (por ejemplo, la nasal 'n' francesa).
El libro consta de más de 300 páginas de nombres y términos seguidos de su pronunciación fonética. Para cualquiera que esté familiarizado con un diccionario en inglés, las pronunciaciones son bastante fáciles de sonar, al menos para obtener una aproximación libre de vergüenza a la palabra. Para ayudar con las sutilezas de cada idioma, Bellucci ofrece una breve discusión de los sonidos únicos, como la diéresis alemana, la 'r' italiana, la 'ão' portuguesa y la z en castellano que suena como 'th' suave.
Bellucci reconoce en su introducción que el libro puede no ser perfecto y que algunas palabras pueden haberse omitido. Además, encontrar ciertas palabras no siempre es intuitivo, debido a caprichos en la alfabetización o la geopolítica. Aunque el libro está dividido en secciones por idioma, hay muchos casos en los que los nombres de los vinos han tenido múltiples influencias en su pronunciación. Tomemos, por ejemplo, Alsacia, que ha estado bajo el control de Francia y Alemania, o el Südtirol, que está en Italia pero donde se habla alemán. Los nombres de las bodegas a menudo se enumeran por su idioma de pronunciación en lugar de por ubicación; por lo tanto, Charles Heidsieck está en la sección alemana, a pesar de que es un productor de champán.
Entre las útiles aclaraciones de Bellucci está que Pinot Grigio, que parece salirse de la lengua con bastante facilidad, a menudo se pronuncia mal. Pinot es una palabra francesa y se pronuncia de esa manera, escribe, pero Grigio debe pronunciarse como una palabra italiana. Si bien muchas personas dicen 'pee-no gree-zhee-o' como si fuera todo francés, ella lo traduce como 'pee-no g (l) ree-jo'.
Con tanta variedad en el mundo del vino, probablemente no aprenderá todos los términos del libro, pero al menos podrá memorizar sus productores y vinos favoritos.
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